Tom Z Stone.

Tom Z. Stone de J.E. Álamo, nos cuenta el día a día de un detective privado un tanto especial. Además de un capullo redomado, borrachuzo y obsesionado con los Beatles, tiene la mala suerte de haberse convertido en un zeta, reanimado o zombi de mierda. Tom, ha de ganarse la vida para no morir de aburrimiento y, de paso, intentar no pensar que en cualquier momento se convertirá en un desgastado: un reanimado con las facultades mentales anuladas, permanentemente hambriento.

Tom Z. Stone mezcla los géneros de la novela negra y la novela zombi con muchísima mala baba y un desternillante sentido del humor.

Este fragmento, narrado por Juan Carlos Albarracín, corresponde al capítulo en el que además de despertarnos en uno de sus habituales y resacosos días, Tom nos presenta a su compañero de piso: su simpático gato.

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